Sí, lo confieso. Aparte de que estoy inmersa en la vida cotidiana en esta ciudad, con el tiempo (pienso que también es lógico) me he vuelto más perezosa a la hora de escribir pero bueno allá vamos.
Mi primera amapola, mi primera mariquita... pequeñas cositas que voy viendo en London y que hacen grandes mis días porque aunque parezcan cosas sin importancia para mi la tienen y mucha. Estoy disfrutando de la primavera y de lo que la naturaleza brinda. Oler las flores de mis vecinos cuando voy a trabajar para mi es toda una delicia. Ver lo bonitas y los diferentes tipos de rosas y flores que hay por aquí en general... no tiene precio.
El sábado pasado después de trabajar quedé en Camden con Víctor, mientras le esperaba gozé con la variedad de personas que allí se ven o más bien con la variedad de estilos que lucen. A veces viviendo o habiendo estado en lugares como Ibiza, New York o London da la sensación de que una ha visto de todo y lo mejor de todo es que nada más lejos de la realidad (afortunadamente) es maravilloso poder seguir asombrándose con las personas.
Tras pasar un rato en el InSpiral, fuimos a comprar unas cosillas y cenamos en mi casa o para ser más precisos en mi habitación ya que la casa no tiene zona común en la que estar. Disfrutamos de cena y charla que hacía tiempo y ya tocaba.
El domingo de relax. Por la mañana salí a correr un ratito (poco a poco me voy animando cada vez más con el ejercicio. Bien por mi!) y después de eso una ducha y un paseito por los alrededores del barrio.He estado unos días sin internet y aunque me encanta estar conectada he aprovechado para hacer otras cosas porque en mi caso en cuanto cojo el ordenador lo hago con gusto y me cuesta soltarlo, jijiji.
La sorpresa hoy ha llegado vía trabajo. Esta mañana la segunda encargada nos ha regalado a una compañera y a mi una caja de pastelitos de estos en miniatura (tipo delicatesen) porque el otro día estuvimos ayudando a una clienta más de dos horas. Mi compi fue quien más se lo curró, yo simplemente ayudé. El caso es que después de dármelos ha caído en la cuenta de que quizá no iba a comérmelos por los ingredientes (como así ha sido) pero a mi no me ha importado. Sólo el detalle ha sido suficiente. Los he dejado en la cocina para que el resto pudiese comerlos y así de alguna manera compartir el "éxito" con todos ya que para mi esto es un equipo.
Mañana vuelve el encargado de sus vacaciones en Australia y voy a ver si consigo que me den unos días de vacaciones ya que la semana pasada me enteré que en época de rebajas (aquí de junio a finales de agosto) no se pueden coger vacaciones....
Con suerte podré escaparme unos diítas a Spain que aunque ahora estoy bien, asentada y contenta os extraño mucho y tengo ganitas de abrazos y besos de mi gente.
Por lo demás aquí continúo, feliz y contenta en My life in London...
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