martes, 9 de noviembre de 2010

BOTAS DE AGUA & LONDON UNDERGROUND

Jijiji, ya tengo botas de agua! Esta mañana he quedado con Jordi (amigo vegano) para ir a ver una casa (que no nos ha gustado), estaba lloviendo y cuando volvíamos en el metro he decidido comprarme las botas ya! Total que he entrado a una tienda del centro comercial que hay en mi barrio (cómo suena eso...jijiji, cada día me siento más integrada) y allí estaban, son bonitas, suuuuuper cómodas, de buena calidad y lo mejor de todo: BARATÍSIMAS por 12,99 Libras me he comprado unas botas de agua y ya puestos por 10 Libras más me he comprado otras botas negras para tener (junto con las marrones que me traje) de quita y pon.

Cuando salía del centro alguien me ha tocado el hombro por la espalda, me ha extrañado ¿quién va a conocerme aquí? si fuese en el centro aún puedes encontrarte a alguien pero en zona 3 raro... era Ana, la primera chica que conocí en London y con quien no pudo ser lo de la casa. Resulta que está viviendo a una parada de metro de mi zona y hemos estado hablando lo que parecía un ratito y han resultado ser casi dos horas. Tras eso he vuelto a casa para dejar las botas (las de agua me las he calzado rápidamente) recargar pilas y volver a la calle.

Cada día voy más contenta a la academia, para mi es como ir un ratito a risoterapia. De verdad que es maravilloso poder reír todos los días. Os deseo a tod@s que disfrutéis todo lo que podáis de la risa.... Y de vuelta a casa me convierto en una observadora...



Quizá para las personas que vivan en un lugar con metro esto sea el pan de cada día (tal y como lo es ahora para mi) pero como ni en Zaragoza ni en Ibiza hay metro es un transporte que me llama mucho la atención. Me gusta observar a las personas y el metro es uno de esos sitios en los que se ven hábitos y comportamientos de lo más variado.  Una señora hace ganchillo, otro se come un sandwich, la gente lee el periódico, revistas, libros, libros electrónicos, juegan al solitario en el móvil, escuchan música, hablan, miran sus iphone, mastican chicle, comprueban el correo en sus notbook, cruzan miradas furtivas, se besan, se tocan, se susurran al oído, miran al suelo, suben, bajan, duermen, corrigen escritos, una pareja entra en el vagón con un carrito de bebé, le hacen carantoñas, ríen, el bebé se hace caca y me llega el olor sus padres se miran cómplices con una sonrisa y algo de vergüenza, y yo tengo la inmensa fortuna de estar presente en las fracciones de tiempo de todos esos momentos en la vida de esas personas... Me encanta My life in London.

1 comentario:

  1. jo... suena tan bien que hasta me dan ganas de dejarlo todo e irme contigo!!!!

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