El domingo fue el último día de Viviane en el trabajo, está muy contenta porque después de mucho tiempo ha encontrado lo que buscaba. Yo estoy muy feliz por ella pero la verdad es que la voy a extrañar mucho en la tienda. No es sólo mi compañera de trabajo, ella es mi amiga y además de horas de trabajo, juntas hemos compartido largas conversaciones, inquietudes, preocupaciones y alegrías. Ambas estamos solas y eso une mucho además de que nos llevamos muy bien. Ayer después del trabajo fuimos a tomar algo con otros dos compañeros de trabajo y lo cierto es que pasamos un buen rato con una interesante conversación. Por supuesto que vamos a seguir viéndonos y siendo amigas pero va a ser diferente, la tienda no va a ser lo mismo sin ella. En fin ya veremos que nuevas vivencias me esperan en ella.
Sin ir más lejos hoy casi me desmayo de la vergüenza (voy a tener que mirarmelo porque no es normal, parezco una niña de 15 años) y es que estando en los probadores (vamos rotando de puesto en la tienda) ha llegado un chico (trajeado y con cresta) y se ha empezado a probar chaquetas. Al principio le he mirado porque evidentemente me ha llamado la atención pero bueno esto es London, y como una ya está acostumbrada a ver de casi todo tampoco le he dado importancia. El caso es que se ha ido y al rato ha vuelto con un amigo y se han puesto a mirar la misma sección. Me he sentido observada y cuando he levantado la mirada he visto que hablaba con el amigo y me miraban. Cuando se marchaban a mitad de camino se ha girado sonriendo a lo que por educación he respondido con otra sonrisa, entonces se ha parado y dándose la vuelta ha venido hacia a mi mientras yo sentía que me subía un calor a las mejillas que ha desembocado en.... síííí, me he puesto roja como un tomate y cuando se ha plantado delante de mi (con uno de mis compañeros al lado) el encargado pasaba por delante y al ver la escena se ha quedado parado a un par de metros para mirar. El chico me ha dicho que si me apetecía tomar algo con él y lo único que he hecho ha sido taparme con la mano las mejillas para disimular lo rojas que me consta que estaban y mover la cabeza en señal de negación, no me salían ni las palabras y creo que ni si quiera se ha entendido el "lo siento" que he balbuceado. Aaaarrrgggg, soy un caso lo se pero es que estar en la tienda no ayuda. A los dos minutos una de mis compañeras ha venido diciendome - Becky, chica mala.
Cuando le he preguntado porqué decía eso me ha preguntado qué había pasado con el chico (no habían pasado 2 minutos y ya se habían enterado) le he dicho que me resultaba un poco embarazosa la situación en la tienda. Mi encargado se ha pasado todo el turno llamándome chica mala y riéndose.
Esta noche he hablado por skype con Viviane y cuando se lo he dicho me ha respondido diciendo -Si llego a estar allí hubiese hablado yo con él para decirle que tranquilo que me diese sus datos para arreglar una cita contigo.
Me voy a tener que buscar acompañante para ligar a mi edad, lo que me faltaba, jajaja.
Útimamente estoy skypeando mucho y además de hacerlo con la gente de siempre (gracias a esos incondicionales que me ayudan a llevar esta experiencia mejor) también estoy hablando con gente que hacía tiempo que no veía ni oía y me encanta.
Estoy deseando ir a España para sentir calor, ese calor que aquí brilla por su ausencia y que tanta falta me hace. Ver el sol, sentir que es verano... y dejar de ver que la previsión del clima para los próximo diez días son de lluvia, lluvia y lluvia.... Al menos he descubierto un nuevo sitio cerca del trabajo, es una librería con sillones super cómodos. La semana pasada me compré allí mi primer libro en inglés y hoy he empezado a ir a leer allí en la hora de la comida. Si no puedo disfrutar del tiempo fuera al menos estoy cómoda y recogida en un sitio agradable :)
Y por ahora poco más que contar, a ver qué nuevas vivencias experimento para poder contaros cómo va My life in London...
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