viernes, 3 de junio de 2011

C´EST LA VIE

A estas horas debería estar en España o no...

En London no estoy acostumbrada a llevar ningún tipo de documentación por lo que la tengo guardada y se me ha olvidado cogerla. Ha sido toda una sorpresa llegar al aeropuerto y ver que no la llevaba conmigo. Así que he respirado hondo y.... he dado gracias al universo por haber cobrado un extra en la nómina de este mes que me ha permitido volver a comprar otro billete.

Pienso que todo tiene un porqué aunque a veces no lo entendamos, algunos pensaréis que el motivo es haberme dejado la documentación pero me refiero a algo más profundooooo. En fin que únicamente le presto atención a la parte positiva ;-)

Una vez en casa y después de haber avisado de que llegaré un poco más tarde de lo previsto, me he ido a pasear para tomar el aire y disfrutar de la maravillosa tarde que estaba haciendo. He visto flores preciosas y una de las que más me gustan y no había visto todavía aquí, la flor de la pasión.... me encanta esta flor y su belleza es de las que se disfruta al natural, las fotos no le hacen justicia.


Después de la alegría que me ha dado ver esta flor he visto algo para mi muy gracioso. Suelo oír cómo los gatos y los zorros se pelean pero siempre había pensado que eran los zorros los que perseguían a los gatos. Cuando ya estaba de camino a casa he visto un zorrillo, me he emocionado porque hacía bastante que no veía, el caso es que al verme se ha ido hacía adelante huyendo de mi (joooo, con lo que me gustaría que se me acercase uno y acariciarlo) y se ha encontrado de frente con un gato que ha empezado a encorrerle. Me he quedado boquiabierta. El zorro ha dado la vuelta viniendo hacía a mi aunque antes de llegar ha saltado la valla de un jardín, el gato a su vez ha dado media vuelta tan tranquilo para continuar persiguiéndolo en cuanto ha salido por el otro lado. Vaya que no me lo esperaba y ha sido curioso.

Ya cerca de mi calle otra cosa curiosa. Al cruzar la calle un hombre desde una moto me ha dicho: Morenaaa. Hola.
No me esperaba que hablase español y le he dicho hola y después hasta luego; él también se ha sorprendido y me ha preguntado si hablaba español (todo esto él esperando en el semáforo y yo continuaba andando) y le he dicho: claro, como que soy española.
Pensaba que tras esto cada uno por su lado pero a los dos minutos me lo he encontrado de frente (habia dado la vuelta por la calle de atrás) y nos hemos puesto a hablar resulta que va a trabajar en una línea de autobuses que yo suelo coger así que igual volvemos a vernos.

La tarde ha dado más de sí de lo que imaginaba así que ahora me voy a relajar y pensar qué hacer mañana para aprovechar el día en My life in London...

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