LOVELY DAY

Esta mañana me ha llamado Víctor, era su día de fiesta y hemos quedado al medio día. Hemos estado dando vueltas por el centro de London, hacía un sol maravilloso y frío, mucho frío. Después de un rato hemos decidido ir a tomar algo, y he dirigido nuestros pasos hacía el Vitao pero cuando hemos entrado estaba lleno así que le he propuesto ir a otro sitio vegano donde estuve la semana pasada con Laura. Lo que ocurre es que aún no estoy centrada ni me conozco bien la zona y hemos dado más vueltas que un pirulo, intentaré fijarme más en las calles cuando voy por ellas para próximas ocasiones, lo que ocurre es que si voy hablando con otra persona no presto atención a los sitios por los que paso y así me va….jajaja. Al final Víctor ha preguntado a una persona por el nombre la calle y hemos encontrado el sitio al que quería llevarle.

Me gusta porque es un lugar tranquilo en el que estar cómodamente, con música de fondo apenas audible para poder conversar a gusto. Después de comer hemos seguido andando (la vida del turista es dura y la de quien no tiene casa propia también…jajajaja) hasta Buckingham Palace, y cruzado por Hyde Park (qué recuerdos me trae esa zona, no había ido por allí desde que llegué) el parque estaba cubierto por un manto de hojas, me encanta el otoño… bueno en realidad excepto el frío, todas las estaciones son maravillosas. Tras esto Víctor ha tenido que irse y yo me he quedado dando una vuelta por el centro, he vuelto a entrar en Lillywhite para ver si encontraba zapatillas de deporte para correr. Tal y como me aconsejó Víctor he mirado que tuviesen Gore-tex, como he dicho en alguna ocasión aquí la lluvia no frena los hábitos de los ingleses y ya se sabe “allá donde fueses haz lo que vieres” y pienso seguir con mi vida independientemente del clima. En fin que las que se adaptaban a mis exigencias me las compraré cuando encuentre trabajo así que esperaré a empezar a correr cuando trabaje…jajaja. Parece una excusa aunque no lo es.

Después de la clase de risoterapia (quiero decir inglés) hacía un frío importante, tanto que cuando iba hacía el metro he oído que estaban tocando música, había tambores en una calle, un chico con una batería en otra y aunque quería quedarme a verlos el frío que hacía ha hecho que me diese media vuelta y me metiese al metro. Hoy el profesor de primera hora se reía diciendo que esto no era nada. Nos ha preguntado si veíamos cómo la gente iba con chaquetas finas o en mangas de camisa por la calle y al responderle afirmativamente nos ha dicho que eso es porque el frío de verdad aún no ha llegado… sí ahora vamos en plan cebollita ya os contaré qué me pondré para soportar el frío en My life in London…