Ayer terminé tan cansada que pasé olímpicamente de escribir el blog, lo digo como lo siento aunque hoy vuelvo con fuerzas renovadas y las pilas cargadas así que allá va:
Entre las noticias que recibí ayer una de ellas fue que tenía tres días de fiesta seguidos... óle esas mini vacaciones que son gloria bendita...
Como hace diez días que no tenía fiesta me han dado viernes y sábado y el domingo pertenece a la semana que viene ya que aquí las semanas laborales comienzan los domingos. Estoy de lo más contenta.
Pero bueno antes que nada voy a empezar por el principio, otra de las noticias de ayer en el trabajo fue que el manager me dijo que quería hablar conmigo en su oficina antes de que saliese... oh, oh.... ¿qué has hecho Becky?
El caso es que media hora más tarde me llamó y me explicó que tenían un procedimiento de puntos para evaluar semanalmente a los trabajadores y que durante tres semanas me evaluaría para ver si paso la prueba final tras la cual digamos que ya estaría oficialmente en plantilla en un contrato de tres meses y firmaré el contrato de verdad que será indefinido... fliiiiiipo mandarinas y me lo dice después de llevar 15 días trabajando....
Me dijo que había tenido mucho lío con el cambio de la tienda y que no había tenido tiempo antes; me dan puntos dependiendo dependiendo del nivel en el que esté y cada semana tengo que aumentarlos y mejorar. La cosa va así: Excelente, por encima de la media, en la media y por debajo de la media. Evidentemente si estás por debajo de la media la cosita está chunga...
Puntúan el trato con el cliente, el conocimiento del producto, el trabajo en equipo, la puntualidad (es la primera vez en la vida que me dan un excelente en puntualidad, jejeje) la imagen personal, etc. De momento esta semana parece que he ido bien, me ha dicho que tengo que continuar avanzando con el inglés para poder dar un mejor servicio a los clientes así que me toca manos a la obra y clavar más los codos.
Hoy me he dedicado a hacer... NADA, me he levantado a las once, he estado skypeando un rato luego he cocinado. Por la tarde, ducha y a vestirme para salir de "marcha" (a las seis de la tarde) con las chicas por la zona pija.
Vale, definitivamente esto no es lo mio. El sitio al que hemos ido estaba bien, pero para mi gusto la gente superaba con creces la media de edad con la que me gusta relacionarme... la música tampoco es que se escuchase bien hasta última hora (las nueve) que la han subido un poco. De todas formas creo que la única que realmente ha disfrutado ha sido Sibel, Sharon e Ilkay opinaban como yo. También tengo que decir que en cuanto a gustos por los hombres no coincidimos en absoluto, lo cual me parece muy bien, nunca discutiremos por ninguno. Ellas tres coincidían en lo guapos que eran algunos chicos y a mi me parecían sacados de una película de miedo.
Ilkay me ha dicho que la próxima vez es mejor ir al centro porque allí son más jóvenes hay lugares para bailar y se conoce mucha gente. Espero que la variedad de chicos también sea apta para mi gusto aunque sea para alegrar la vista.
Mañana iré a comprarme unos zapatos para trabajar porque las bailarinas que me obligaron a comprarme me han destrozado los pies y en lo único que pienso cuando me las pongo es en quitarmelas y teniendo que usarlas tantas horas prefiero buscar un calzado cómodo.
Quiero acercarme a la tienda de Crocs a ver que hay para mi y de paso saludar a Shubon, el chico con el que pasé la tarde que hice el día de prueba allí. No me he leído el libro que me dio pero bueno supongo que lo comprenderá.
Y con esto y un té con leche de arroz os dejo para retirarme a la cama (que no a dormir) a ver si leo un poquito y mañana vuelvo a disfrutar de los encantos de Morfeo en My life in London...
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