No es que me de pereza escribir el blog ni nada de eso, lo que ocurre es que mi vida se está volviendo cotidiana y hay poquito que contar.
Ayer en mi día de fiesta no hice nada especial, aprovechar para limpiar un poco, poner lavadoras y estudiar.
Hoy en el curro muy contenta, he estado con los jefes que más me molan así que genial. Eso sí me paso el día aquí metida, es por eso que os digo que poco puedo contaros. Hoy he entrado a trabajar a las once y media pero entre que me levanto, voy hasta el bus, después del bus el metro... en fin que la mañana no da para hacer nada y por la tarde he salido pasadas las ocho y media... ¿a dónde voy a ir? pues claro, a casa que además mañana entro a las nueve y media de la mañana.
Vivianne me ha sorprendido hoy gratamente, resulta que me ha preguntado si comía pescado a lo que le he respondido que no, ningún tipo de animal y me dice: - No se qué te voy a preparar cuando vengas a comer a casa... Empiezo a estar tan inmersa en el tipo de vida que llevo ahora con gente tan diferente que me ha sonado incluso extraño que diese por contado que un día iría a su casa a comer.... en fin me ha emocionado. Qué ganitas tengo de poder tener mi sitio para invitar a quien me apetezca a venir a casa y a compartir momentos, comidas y risas con la gente como he hecho siempre. Y qué contenta estoy de tener a Vivianne en el trabajo con quien me saludo con beso y abrazo que para eso extrañamos las dos el calor de hogar...
Y nada lo dicho, si ahora no escribo tanto es porque hay poquito que contar aunque tranquilidad y buenos alimentos que sigo con el blog y seguiré contándoos cualquier novedad de My life in London...
No hay comentarios:
Publicar un comentario